El nombre nace en obediencia a que ofrece una atmósfera similar al de una hacienda mexicana.
Sin duda, su menú conserva los platillos más populares y antiguos y le ha inyectado nuevas propuestas tradicionales de la gastronomía nacional e internacional.
Toma su ubicación en el Bulevar Gómez Morín, con clásicas y elegantes instalaciones por completo; desde la fachada, mobiliario, distribución y decoración, hasta el uniforme de los meseros.
Los cortes de carne son añejados durante 21 días en una cámara de conservación a temperatura controlada, para ser servidos en su punto exacto de maduración, lo que rinde únicos los cortes de carne que Hacienda Montana ofrece.
La carne es ofrecida al comensal por onza. Se lleva a la mesa un trozo de carne de más de 10 kilos y el cliente elige exactamente el tamaño que desea degustar, así como el grosor y el término. Ahí mismo se pesa el alimento y de inmediato es cocinado 100 por ciento al carbón.
Ademas de unos ricos cortes de carne Hacienda Montana ofrece atractivas opciones de la alta cocina mexicana e internacional, así como exclusivos platillos de autor y postres.
Asimismo, este reconocido negocio juarense presenta un fogón al centro del restaurante, una barra de botanas mexicanas y artesanales que los clientes pueden disfrutar antes de elegir una de las más de 60 variedades que ofrece el menú.
Y lo que no podía faltar en una hacienda: el bar. En un espacio reservado y debidamente equipado para fumadores (con purificador de aire, extractores y puerta automática), el visitante puede deleitarse con más de 60 alternativas de vinos mexicanos, españoles, chilenos y franceses y una amplia variedad de whiskys,
Hacienda Montana busca ser accesible en sus precios, donde se maneja todo tipo de costos, desde un platillo completo por 170 pesos hasta cortes de 400, o bien, botellas de vino de 150 hasta las de 5 mil.
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